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La Fundación Virgen de la Fuensanta da comienzo a su obra social dirigida a los discapacitados físicos castellano-manchegos

Para el año 2015 cuenta con un presupuesto de 200.000 euros  que se van a destinar a los gastos de funcionamiento, a dotar 38 becas para discapacitados físicos castellano manchegos, que incluyen un periodo de residencia en el Centro de Discapacitados de Millana, y a impulsar la puesta en marcha de un calendario  de cursos, formaciones, simposios y conferencias destinadas todas al mismo fin: la  integración total de los discapacitados.

 

Millana. 1 de diciembre de 2014. Una vez terminada la construcción del Centro de Discapacitados de Millana, la entidad jurídica que la gestiona, la Fundación Virgen de la Fuensanta,  arranca su proyecto de obra social. El pistoletazo de salida, “público”, matiza Críspulo Doñoro, portavoz de la Fundación,  tiene lugar en la semana en la que se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad (3 de diciembre), “que esperamos sea de aquí en adelante el cumpleaños de nuestra Fundación”, prosigue Doñoro.

La Fundación nació en la cabeza de un niño de la Guadalajara rural de los años 50 –Crispulín- que padeció de poliomielitis. Tomó forma muchos años después, a mediados de los noventa. Gracias a las aportaciones personales de la familia Doñoro y a las relaciones públicas llevadas a cabo en todo este tiempo, en el año 2011, la Fundación decidió emprender la construcción del Centro de Discapacitados de Millana, “el pueblo en el que nací y en el que nunca me sentí tratado como un minusválido”, recuerda Críspulo.

La construcción terminó a mediados de 2014. Desde el mes de junio, la Fundación emplea a cinco personas que llevan a cabo su labor en Millana. Para el año 2015, cuenta con un presupuesto de 200.000 euros, que incluyen los gastos de funcionamiento del Centro, una política de becas anuales y diferentes certámenes y concursos destinados a premiar la creatividad de los discapacitados. Los ingresos proceden de donaciones privadas.

La Fundación abre, hoy, día 1 de diciembre el plazo de solicitud de las becas, hasta el próximo día 31 de marzo. En total, hay 38 becas de diferente cuantía para niños y jóvenes de entre 6 y  20 años de edad.

 

Las becas se harán efectivas en un solo plazo y en el mes de junio. La única condición necesaria para solicitarlas es la de padecer una discapacidad física, cumplir los requisitos relacionados con la edad, y la de ser residente en Castilla La Mancha. Todas aquellas personas interesadas en solicitarlas pueden informarse en el teléfono 949 355 250 o bien en el e-mailEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.Terminado el plazo de recepción de solicitudes, la Fundación comunicará su resolución a los beneficiarios.

 

Los becarios cursarán sus estudios en sus lugares habituales de residencia. En cualquier caso, todos los beneficiarios de las ayudas residirán en Millana al menos una quincena entre junio y septiembre de 2015, en un  calendario que se repetirá de forma idéntica en los años venideros. A lo largo de su estancia, la Fundación promoverá un programa de integración de los niños y niñas discapacitados con los que viven o veranean habitualmente en el medio rural de  Millana, en el que además recibirán formación que “les ayude a que su discapacidad no les limite ni en el presente ni en el futuro”, explica Doñoro.

 

Con esa política de becas y residencia,  el Centro de Discapacitados, que puede prestar servicio hasta a 25 personas en régimen interno, tendrá sus plazas cubiertas entre los meses de junio y septiembre de cada año. Los esfuerzos del equipo gestor de la Fundación  se concentran ahora en dos ámbitos: establecer contactos y sinergias con otras fundaciones, entidades benéficas y mecenas que puedan aportar nuevos fondos para engrandecer el proyecto, “estamos abiertos a cualquier propuesta que favorezca la integración de los discapacitados en la sociedad, para lo que tenemos contactos avanzados con instituciones como la Fundación ONCE, CERMI, el Comité Paralímpico Español y otras”, matiza Doñoro, y en la confección de un calendario de cursos, formaciones e iniciativas que vayan progresivamente completando la actividad anual del Centro de Discapacitados. “Contamos con un equipo de formadores, en su gran mayoría voluntarios, en diferentes áreas de la medicina, sicólogos, atletas paralímpicos, motivadores, con el que pretendemos crear programa que beneficie a discapacitados de todas las edades. En él caben desde congresos médicos cuya celebración vaya a redundar en beneficio de los discapacitados, hasta cursos de orientación laboral especializados en discapacitados”, dice Doñoro.

 

El equipo de la Fundación trabaja para que los primeros cursos, simposios, conferencias o congresos puedan llevarse a cabo en la próxima primavera, y para que haya un calendario de formación completo para después del final del primer año de residencia, en septiembre de 2015.  La Fundación está contactando con asociaciones de discapacitados de Castilla La Mancha para que la realidad de las instalaciones se convierta en ayuda para los discapacitados, y especialmente para aquellos que cuentan con menos medios materiales y económicos para salir adelante. “En esta primera fase de trabajo, se trata de determinar con precisión en qué sentido podemos serles más útiles a los discapacitados, y para eso lo mejor es consultarlos”, dice Doñoro.

 

Las instalaciones

El centro se ha convertido, junto a la Iglesia de la Iglesia de Santo Domingo, en el emblema de Millana. Con el apoyo del Grupo de Desarrollo Rural FADETA, la Fundación Virgen de la Fuensanta ha construido un edificio de 1.700 metros cuadrados útiles que incluye una zona residencial con 17 habitaciones y comedor, además de una sala de conferencias, con en torno a un centenar de butacas, una sala de exposiciones, aulas, y una biblioteca de doble uso que atenderá las necesidades de los usuarios del centro y de los vecinos de la comarca. Todas las dependencias son accesibles.

La construcción del edificio que lo alberga exigió una inversión de 1,77 millones de euros. Los fondos europeos que gestionan Junta y FADETA cubrieron 985.715, después del reconocimiento de la iniciativa como PIR (Proyecto de Interés Regional). El resto los aporta, o ha conseguido, la Fundación Virgen de la Fuensanta,  a la que Críspulo Doñoro bautizó con el mismo nombre que la patrona de Millana. La Fundación se muestra muy agradecida al GDR del Tajo Tajuña, “por haber creído en nuestro proyecto desde el principio”, dice Doñoro. Gracias a la ayuda de FADETA, “convertir en realidad este sueño, ha sido menos gravoso, dejando la puerta abierta a que podamos destinar más fondos privados a la ayuda a los que más lo necesitan y no tantos a la construcción”, añade. 

Críspulo sufrió la polio cuando era un niño en los años 50, en plena Guadalajara rural. “Nunca fui menospreciado por mis amigos del pueblo por mi condición de discapacitado. Me trataron siempre como a uno más. Por eso, mi empeño siempre fue el de hacer lo mismo con otros, si la vida me lo permitía, y hacerlo en Millana”, explica.

El Centro está lleno de detalles. Las butacas del salón del auditorio tienen los nombres de los compañeros de Críspulo, que nunca lo discriminaron, y algunas de las salas, los de sus profesores, “gracias a todos ellos, y al ejemplo de mi padre que siempre creyó de la mano de la formación y de la cultura no hay discapacidad, hemos llegado hasta aquí”, dice el gerente de la Fundación.

El Centro de Discapacitados de Millana obtuvo el reconocimiento de RECAMDER (Red Castellano Manchega de Desarrollo Rural) como uno de los diez mejores de le región en el periodo de actuación (2007-2013).

La presentación del proyecto de la obra social de la Fundación ha contado con el apoyo y la presencia de la alcaldesa de Millana, Marisol de Lope, y del gerente de FADETA, Jesús Ortega.